Ante la sorpresa de todos, se abalanzó sobre la repisa, enganchó la botella con ambas manos y, después de amorrarse a ella, con un largo y sostenido trago la apuró. Al ver las caras de estupor y bochorno a su alrededor, aun se defendió puntualizando: «Yo nunca llamaría a esto abuso, en todo caso deberíamos considerarlo un exceso reparador».
viernes, 31 de agosto de 2012
Salida triunfal
Ante la sorpresa de todos, se abalanzó sobre la repisa, enganchó la botella con ambas manos y, después de amorrarse a ella, con un largo y sostenido trago la apuró. Al ver las caras de estupor y bochorno a su alrededor, aun se defendió puntualizando: «Yo nunca llamaría a esto abuso, en todo caso deberíamos considerarlo un exceso reparador».
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