viernes, 11 de mayo de 2012

Un encuentro polémico


En prensa ya no es opinión sino regla que sólo será leída la historia que acarree polémica. No es extraño, pues, que ayer mismo un titular en página central hablara de un polémico encuentro. Por lo que allí se contaba, todo sucedió en la plaza mayor cuando un varón de complexión fuerte y ademanes resueltos vio a un hombre subido a una elevada tarima dejada a su cargo. Le pareció que éste, un hombrecillo menudo y despistado, le evitaba la mirada dirigiéndola persistentemente al cielo. En vista de su actitud huidiza, decidió rápidamente y sin mediar palabra arrojarlo al vacío, tras liarle una cuerda al cuello para que no escapara y colgarla de un poste para no perderla. Aunque el hombre, todavía perplejo, hacía sinceros esfuerzos por devolvérsela mientras volaba, la cuerda permaneció enganchada hasta que su dueño logró aliviarla del peso. Según su versión del incidente, gracias a su excelente fabricación, pudo la cuerda soportar perfectamente la tensión en ese instante en que el intruso hizo intento de llevársela. Este último, que salió inconsciente y en parihuela de la plaza, no pudo llegar a ofrecer su relato sobre el fatal encuentro.

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