Seguramente el castigo que infligimos haciendo memoria no consiste tanto en mostrar a los jóvenes con pelos, señales y ese funesto punto de fantasía benévola cómo éramos a su edad —con lo que ya irían bien servidos y tendrían motivos para encerrarnos— como en hacerles creer que ellos serán a no tardar tan cargantes como nosotros, empujándoles a abandonar toda esperanza evolutiva.
lunes, 28 de enero de 2013
Pesada licencia
Seguramente el castigo que infligimos haciendo memoria no consiste tanto en mostrar a los jóvenes con pelos, señales y ese funesto punto de fantasía benévola cómo éramos a su edad —con lo que ya irían bien servidos y tendrían motivos para encerrarnos— como en hacerles creer que ellos serán a no tardar tan cargantes como nosotros, empujándoles a abandonar toda esperanza evolutiva.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario