Abrir como un libro nuestra colmada cabeza ante un garrotazo limpio y bien templado es un gesto de generosidad espontánea, a veces el último, que no suele aprovechar ni entender quien lo sacude, y bien poco gratificante para quien quiso enseñar maneras y se devana en vivo la sesera.
miércoles, 25 de abril de 2012
Golpe de elegancia
Abrir como un libro nuestra colmada cabeza ante un garrotazo limpio y bien templado es un gesto de generosidad espontánea, a veces el último, que no suele aprovechar ni entender quien lo sacude, y bien poco gratificante para quien quiso enseñar maneras y se devana en vivo la sesera.
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