Siempre ese olor a vida consumida; a ratos, hasta creo oírla crepitar, mordida por la lumbre del hogar, siempre inerme frente al tiempo muerto.
domingo, 17 de junio de 2012
Aires domésticos
Siempre ese olor a vida consumida; a ratos, hasta creo oírla crepitar, mordida por la lumbre del hogar, siempre inerme frente al tiempo muerto.
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