El entusiasmo es un virus escurridizo e inaprensible. Por vía oral el contagio se ha confirmado como posible en atmósferas compartidas; por vía sexual ha encontrado también eficaces transmisores en los buenos humores, semen sobre todo, también lágrimas y saliva; por vía hereditaria, sin embargo, los casos siguen siendo raros. Se ha ensayado el virus como estimulante profiláctico frente a patologías depresivas, pero aún se desconocen todos sus principios activos. Se viene intentando simular sus complejos síntomas con toda clase de polvos, canutos, licores y pastillas y, aunque se disparan ciertos efectos gratificantes, los secundarios a tal punto desmerecen que, si inoculas estos virus sintéticos, no generas propiamente entusiasmo sino ilusiones apagadas por turbias pesadillas.
lunes, 11 de febrero de 2013
Sobre el virus entusiástico
El entusiasmo es un virus escurridizo e inaprensible. Por vía oral el contagio se ha confirmado como posible en atmósferas compartidas; por vía sexual ha encontrado también eficaces transmisores en los buenos humores, semen sobre todo, también lágrimas y saliva; por vía hereditaria, sin embargo, los casos siguen siendo raros. Se ha ensayado el virus como estimulante profiláctico frente a patologías depresivas, pero aún se desconocen todos sus principios activos. Se viene intentando simular sus complejos síntomas con toda clase de polvos, canutos, licores y pastillas y, aunque se disparan ciertos efectos gratificantes, los secundarios a tal punto desmerecen que, si inoculas estos virus sintéticos, no generas propiamente entusiasmo sino ilusiones apagadas por turbias pesadillas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario