Me encantan esos paseos estáticos, de pasos profundos y emolientes, llenos también de furiosa poesía, en que la hazaña final, la única verdaderamente elástica, es despegar del puñetero barro.
viernes, 8 de febrero de 2013
Motores poéticos
Me encantan esos paseos estáticos, de pasos profundos y emolientes, llenos también de furiosa poesía, en que la hazaña final, la única verdaderamente elástica, es despegar del puñetero barro.
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